Posted by BL at 0:36
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He ido de nuevo a ese restaurante donde algunas veces yo te acercaba el tenedor a la boca con una sonrisa en mis labios y la promesa de que te gustaría, y otras veces eras tú quien alimentaba mis ansias de ser esclava de algo que no fuera mi trabajo. Esta vez he ido sola, en un intento de cerrar espacios y descubrir que no queda nada. En un intento de engañarme.Un hombre de tu altura y tu calidez está en la otra punta del local, y por un momento pienso que eres tú, que has vuelto y que me atarás a tu cintura. Se da la vuelta llevando de la mano a una chica que me duele contemplar, aunque sé que él no es tú, ni jamás lo será.
Saco mi móvil y tu número es lo único que me viene a la mente. Llamarte para ofrecerte mi tenedor pinchando deseos que no cumplo y decirte "sé que te gustará". O que me digas "voy a dejarlo todo y llevarte dónde no hay normas". Pero me obligo a no mirarte desde el presente, aunque no lo logro hasta que el camarero interrumpe mis pensamientos.
Me aconseja ese plato. El que te di a probar y se convirtió en tu favorito. Yo nunca te mentí, sabía que te gustaría todo lo que te ofreciera. Asiento y se marcha. No soporto estar aquí, ni esperar que vuelvas.
Cojo mis cosas y me marcho, casi corriendo. En la calle arrollo a un pobre chico que se disculpa como si no fuera yo la que estuviera conduciendo mi vida desde otro mundo. Observa que las lágrimas se me escapan y me acompaña a casa. Por el camino me habla sobre él, pero yo me alimento de atarme a su cintura. Llegamos al portal y sube conmigo. Sé que no eres tú, pero me ata por un rato consiguiendo que te olvide. Y me dibuja el sol y las flores con la yema de los dedos en la espalda.
Si te hubieras soltado...
Me encanta :)
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