Posted by Pekemusa at 17:04
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Pese a todo, no se presentó a la hora acordada. Quizá no lo entendió bien... o se equivocó de sitio. Esperó y esperó mientras crecía su impaciencia. Un mensaje, dos llamadas. Se movió porque dulces cosquillas lamían su piel. Bichos de todas las clases intentaban lo que él no había conseguido. Cambió de lugar, junto a ella la impaciencia. Al fin respondió a su llamada. No lo había entendido bien. Pero se negó a moverse del lugar del que estaba. Veinte metros más o menos, qué importaban? A lo lejos lo vió aparecer... y su ira se desvaneció.
El estaba muy apenado porque su realidad era distinta a la de Helios, se sintió muy mal por dentro porque no quería estropear ni hacerla ningún daño...
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