Posted by BL at 19:17
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El pasado martes 3 de enero volví a casa, siendo ya miércoles, de un día de desconexión total del mundo, algo peligroso para una periodista, pero que de vez en cuando necesito hacer para descongestionarme de tanto caudal informativo. Encendí mi móvil y cargué el timeline de Twitter para darme un chute de frases graciosas, cotilleos sobre cómo les había ido el día a mis amigos e información antes de irme a dormir. Y cuál fue mi sorpresa al encontrarme con que el diario Público había solicitado un concurso voluntario de acreedores, antigua suspensión de pagos.
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