Posted by Pekemusa at 21:08
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Andar por el pasillo ese día parecía la tarea más fácil del mundo. Así era desde hacía unos meses. Jamás pensó que sería tan fácilmente aceptado, menos aún después de lo ocurrido. Pero el resultado fue aún más sorprendente que sólo el ser aceptado. Era popular. Eso que nunca hubiera imaginado ser. Y le llenaba de una forma inimaginable.
Habiendo sido toda su vida el chico raro, apartado, con un fiel, pero minúsculo, grupo de personas en las que confiar (tampoco eran amigos) y en el que nadie reparaba, la nueva situación era para él como un caramelo en la boca de un diabético: el fruto prohibido. Las consecuencias no las podía imaginar. Tampoco quería. Su vida se había transformado en un carpe diem.
Sus antiguos confidentes habían quedado atrás. Tuvo que soportar que le advirtieran sobre su nueva situación. Por suerte, pudo hacerles callar. Ya no los necesitaba. Tenía amigos que parecían reproducirse por gemación con la rapidez misma con la que había llegado su popularidad.
Sus compañías adheridas tras el suceso, sin embargo, parecían perder interés en su persona cuando su vida no giraba en torno al tema que le había impulsado a la fama. A él esto empezaba a cansarle. Notaba las miradas de sus antiguos confidentes clavarse en su nuca al andar por el pasillo. Pero prefería aferrarse a su error y aguantar ser persona de un solo momento que admitir que su nueva vida era un pozo en el que la hipocresía lo ahogaba.
Con la`priemra parte del segundo parrafo me he sentio HIPERidentificado
ResponderEliminarme gsuta :)
Gracias, R!! Por leerme y por el cumplido :)
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