Posted by Pekemusa at 16:19
Read our previous post
Desde lo alto de aquel lugar en su mente cruzaban dos opciones: saltar y retroceder. Ninguna le atraía lo suficiente, pero mirar hacia abajo desde su trono en lo alto y ver al resto de personas tan minúsculas como hormigas le hizo pensar en que su superioridad era indiscutible, en que las fuerzas de la naturaleza le amaban tanto que le harían crecer alas para que no se estrellara. Retroceder era cobarde, de gente pequeña. Y él se sentía tan grande...
No hay comentarios:
Publicar un comentario